La tradicional “Novena de Aguinaldos” donde se realizan oraciones en familia y con amigos como preparación para el nacimiento espiritual del Divino Niño Jesús, es una costumbre que aún se mantiene viva en diversos países de América Latina.
Este año tuvimos la gran alegría de poder compartir con coterráneos y autóctonos la celebración a diario, durante 9 días en un lugar tan especial como lo es la Catedral de Menorca, esta tradición que nos une desde el espíritu para mantener viva la fe cristiana, como iniciativa del Grupo Carmelo Misionero Seglar (CMS).
Adultos y niños reflexionamos con fervor entre oraciones, gozos y villancicos, reforzando los vínculos y recordando que la época decembrina cristiana tiene un sentido de reflexión, reconciliación, transformación y renovación personal, pues con el nacimiento de Jesús observamos el proceso que implica llegar a la redención atravesando diversos momentos de dificultad tal como lo escuchamos en la lectura de cada día de la novena, en el viaje de María y José en su huida para salvar la vida del hijo de Dios entre los peligros del mundo.
Que este tiempo de recogimiento sea de gran provecho espiritual y que las familias puedan hallar la unión y el amor que nos trasmite el ejemplo de la Sagrada Familia, donde la protección del cielo siempre permanece y el amor supera cualquier adversidad.