Queridos visitantes, ¡bienvenidos a nuestra isla de Menorca!

¡Sed todos bienvenidos!

Abrimos nuestras vidas para recibir a los numerosos turistas que nos visitan. Las puertas abiertas de nuestras comunidades os acogen y os ofrecen unos espacios para celebrar la fe y vivir la fraternidad. El tiempo de descanso se convierte en una oportunidad para el crecimiento espiritual. Sed, pues, bienvenidos a Menorca.

Las profundas raíces cristianas de nuestra isla han arraigado en numerosas realidades culturales que están presentes en la vida cotidiana: la arquitectura, la música, la literatura, las fiestas populares etc. ponen de manifiesto una religiosidad que se percibe a primera vista y que forma parte de nuestra identidad.

Además, vuestra visita nos enriquece humana y espiritualmente. Vuestra participación e integración en nuestras comunidades nos ayuda a superar la tentación de relajar nuestros compromisos durante el verano. Vuestra fidelidad y perseverancia durante las vacaciones refuerza la seriedad de nuestros compromisos.

También quiero saludar a los trabajadores del sector terciario que se desviven por atender debidamente a los turistas. Vuestras prolongadas jornadas laborales os impiden muchas veces la práctica religiosa regular. Vuestra participación en las celebraciones, aunque sea esporádica, nos alegra siempre. Pensad que la fe y la oración nos ayudan a reforzar el sentido de la vida, a saber que no estamos solos, a superar las dificultades. En nuestras comunidades encontraréis siempre consuelo y ayuda.

Que la intercesión de nuestra Patrona, la Virgen de Monte Toro os ayude a seguir caminando con esperanza durante la temporada turística.

+ Gerardo Villalonga Hellín, Obispo de Menorca